Artes marciales, conversaciones y educación
Vale. Sé que, por el título del post, puede parecer imposible hacer encajar estos tres conceptos. Pero si habéis hecho artes marciales alguna vez en vuestra vida (o incluso sin haberlas practicado) reconoceréis que practicar artes marciales es como estudiar una carrera.
Primero, toca escoger el arte marcial (la carrera). En la mayoría de los casos, los estudiantes no tienen ni idea de qué va la carrera que han escogido, exactamente igual que pasa con las artes marciales. Es decir: de un arte marcial o una carrera no se sabe nada más que lo que te ha dicho algún conocido.
En segundo lugar, en las artes marciales empiezas con un cinturón blanco, que es el equivalente al primer curso de carrera, durante el cuál se te enseñan unos mecanismos y técnicas que sentarán las bases del resto de tu aprendizaje. A partir de ahí, se va ampliando el conocimiento hasta que consigues un cinturón negro (como el mio, conseguido tras muchos años y muchas horas de entrenamiento). En ese punto es cuando empiezas a amprender el arte marcial, de igual manera que, cuando consigues acabar la carrera, empiezas a trabajar y a aprender de lo que pasa en el mundo real.
Si sigues involucrado en las artes marciales una vez has conseguido el cinturón negro, te das cuenta de que las distintas disciplinas existentes convergen hacia un mismo punto común. Esto es lo que me lleva a pensar (y me parece que lo comparte bastante gente del "mundillo") que todas las artes marciales derivan de un antepasado común y que, en realidad, el taekwon-do, el karate, el kung-fu y muchas otras, no son más que formas de aprender ese arte marcial primegenio.
De la misma manera, cuando empiezas una carrera, aceptas que aprenderás de una determinada manera, que aprenderás unos determinados conocimientos y que los aprenderás a un ritmo determinado. Es decir: cuando empiezas a estudiar un arte marcial, igual que cuando empiezas una carrera, "compras un paquete" que no se puede modificar, que no se puede alterar, y que debes aceptar, asumir, y jugar según sus reglas.
Esta reflexión apareció en una conversación que tuve esta semana con Marcos. Prosiguió con una reflexión sobre Bruce Lee, fundador de un arte marcial llamada Jeet Kune Do o "Camino del Puño interceptor".
Lee basó su arte marcial en los siguientes dos principios, que se pueden leer en chino alrededor de su emblema:
"Teniendo el no camino como camino" y "No limitación como limitación".
Es decir, el Jeet Kune Do elimina las barreras del conocimiento y de la forma de aprendizaje. En terminología universitaria, se podría afirmar que se elimina el plan de estudios para que la persona aprenda aquello que quiera aprender y como lo quiera aprender.
Imaginaos por un momento un sistema educativo que enseñe a la gente a pensar, a elegir y a aprender aquello que quiere aprender. ¿Cuál sería su resultado? ¿Qué repercusiones tendría en la sociedad? ¿Ganaríamos algo con un sistema educativo así? ¿Hasta que punto es peligroso que la gente piense? ¿Era esto lo que pretendía la malograda E.S.O. (Educación Secundaria Obligatoria)? ¿Por qué sólo tengo preguntas?
Primero, toca escoger el arte marcial (la carrera). En la mayoría de los casos, los estudiantes no tienen ni idea de qué va la carrera que han escogido, exactamente igual que pasa con las artes marciales. Es decir: de un arte marcial o una carrera no se sabe nada más que lo que te ha dicho algún conocido.
En segundo lugar, en las artes marciales empiezas con un cinturón blanco, que es el equivalente al primer curso de carrera, durante el cuál se te enseñan unos mecanismos y técnicas que sentarán las bases del resto de tu aprendizaje. A partir de ahí, se va ampliando el conocimiento hasta que consigues un cinturón negro (como el mio, conseguido tras muchos años y muchas horas de entrenamiento). En ese punto es cuando empiezas a amprender el arte marcial, de igual manera que, cuando consigues acabar la carrera, empiezas a trabajar y a aprender de lo que pasa en el mundo real.
Si sigues involucrado en las artes marciales una vez has conseguido el cinturón negro, te das cuenta de que las distintas disciplinas existentes convergen hacia un mismo punto común. Esto es lo que me lleva a pensar (y me parece que lo comparte bastante gente del "mundillo") que todas las artes marciales derivan de un antepasado común y que, en realidad, el taekwon-do, el karate, el kung-fu y muchas otras, no son más que formas de aprender ese arte marcial primegenio.
De la misma manera, cuando empiezas una carrera, aceptas que aprenderás de una determinada manera, que aprenderás unos determinados conocimientos y que los aprenderás a un ritmo determinado. Es decir: cuando empiezas a estudiar un arte marcial, igual que cuando empiezas una carrera, "compras un paquete" que no se puede modificar, que no se puede alterar, y que debes aceptar, asumir, y jugar según sus reglas.
Esta reflexión apareció en una conversación que tuve esta semana con Marcos. Prosiguió con una reflexión sobre Bruce Lee, fundador de un arte marcial llamada Jeet Kune Do o "Camino del Puño interceptor".
Lee basó su arte marcial en los siguientes dos principios, que se pueden leer en chino alrededor de su emblema:
"Teniendo el no camino como camino" y "No limitación como limitación".
Es decir, el Jeet Kune Do elimina las barreras del conocimiento y de la forma de aprendizaje. En terminología universitaria, se podría afirmar que se elimina el plan de estudios para que la persona aprenda aquello que quiera aprender y como lo quiera aprender.
Imaginaos por un momento un sistema educativo que enseñe a la gente a pensar, a elegir y a aprender aquello que quiere aprender. ¿Cuál sería su resultado? ¿Qué repercusiones tendría en la sociedad? ¿Ganaríamos algo con un sistema educativo así? ¿Hasta que punto es peligroso que la gente piense? ¿Era esto lo que pretendía la malograda E.S.O. (Educación Secundaria Obligatoria)? ¿Por qué sólo tengo preguntas?